Según explican en el estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ), los tres médicos autores del trabajo analizaron a fondo 12 de las novelas de Ian Fleming para poder precisar su consumo de bebidas alcohólicas.
El resultado es que Bond bebe esencialmente cuando está en misión. "No hay una sola indicación de consumo de alcohol fuera de servicio", aseguran los médicos.
Además, en esas 12 novelas contabilizaron un total de 1.150 unidades de alcohol consumidas por 007. En Gran Bretaña una unidad de alcohol equivale a 10 ml u 8 gramos de alcohol puro.
Descontando los días de estuvo en detención, hospitalizado o en convalecencia, durante los cuales se supone que James Bond no bebía, el agente secreto consumió una media de 92 unidades alcohólicas por semana, es decir, 736 gramos de alcohol.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece el límite en 210 gramos por semana (unas tres copas de vino por día) y, por encima de ese volumen, lo considera un consumo excesivo. Se convierte en un esgo" "ria partir de 280 gramos y en "nocivo" más allá de los 420 gramos.
"El consumo de alcohol semanal de James Bond es cuatro veces mayor que la dosis máxima deseable para un hombre adulto", señala el Dr. Patrick Davies, pediatra del hospital público de Nottingham, uno de los autores del artículo.
El agente 007 presenta un "riesgo considerable de desarrollar una enfermedad hepática, una cirrosis, sufrir impotencia u otros problemas de salud relacionados con el alcohol, así como de lesionarse seriamente o morir de alcoholismo", advierte el estudio.
"Reconocemos que el frecuentar terroristas internacionales puede llevar a la bebida, pero aconsejaríamos a James Bond que consulte (a los médicos) y que reduzca su consumo a niveles menos peligrosos", concluyen los médicos.
El resultado es que Bond bebe esencialmente cuando está en misión. "No hay una sola indicación de consumo de alcohol fuera de servicio", aseguran los médicos.
Además, en esas 12 novelas contabilizaron un total de 1.150 unidades de alcohol consumidas por 007. En Gran Bretaña una unidad de alcohol equivale a 10 ml u 8 gramos de alcohol puro.
Descontando los días de estuvo en detención, hospitalizado o en convalecencia, durante los cuales se supone que James Bond no bebía, el agente secreto consumió una media de 92 unidades alcohólicas por semana, es decir, 736 gramos de alcohol.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece el límite en 210 gramos por semana (unas tres copas de vino por día) y, por encima de ese volumen, lo considera un consumo excesivo. Se convierte en un esgo" "ria partir de 280 gramos y en "nocivo" más allá de los 420 gramos.
"El consumo de alcohol semanal de James Bond es cuatro veces mayor que la dosis máxima deseable para un hombre adulto", señala el Dr. Patrick Davies, pediatra del hospital público de Nottingham, uno de los autores del artículo.
El agente 007 presenta un "riesgo considerable de desarrollar una enfermedad hepática, una cirrosis, sufrir impotencia u otros problemas de salud relacionados con el alcohol, así como de lesionarse seriamente o morir de alcoholismo", advierte el estudio.
"Reconocemos que el frecuentar terroristas internacionales puede llevar a la bebida, pero aconsejaríamos a James Bond que consulte (a los médicos) y que reduzca su consumo a niveles menos peligrosos", concluyen los médicos.
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