lunes, 1 de abril de 2013

Lindsay lohan terminó debajo de la mesa de un boliche.

Estaba en San Pablo (Brasil) porque debía filmar una campaña publicitaria para la marca John Denim, que le pagó 300.000 dólares. Una excelente cifra para saldar las deudas que mantiene con el fisco en Estados Unidos.
Pero la actriz Lindsay Lohan siempre tiene tiempo para una salidita, pese a que debe cumplir con tres meses de rehabilitación a causa de sus adicciones.

La noche había empezado bien, pero terminó muy mal debido al acoso de los paparazzis y fanáticos que querían fotografiar a Lindsay. Al parecer, fue tanta la persecuta que ella debió refugiarse debajo de la mesa del DJ para escapar de los lentes. Alguien pudo captar el momento en que la actriz se encontraba en el piso.

Según trascendió, a este escándalo no lo originaron sus excesos, sino el entorno. Aunque otros medios informaron que esto se dijo para no perjudicar la situación de Lohan. La última vez que ella pisó los tribunales fue porque la acusaron de haber robado unos brazaletes que utilizó durante la grabación de "Anger management", la serie protagonizada por Charlie Sheen.

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